¿Qué es el Cuckolding?

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Cuckolding: La fantasía de la infidelidad.

El cuckolding se define como la tendencia a encontrar excitación al hecho de presenciar infidelidades. ¿Cuáles son las causas?
Para muchas parejas la infidelidad es vista como una de las razones de mayor peso para finalizar la relación, pero para otras parejas supone una manera de aumentar el morbo, romper la monotonía y disfrutar de tu pareja durante en la relación.  

¿Qué es el cuckolding? Definición y concepto.

El término “cuckolding” proviene del inglés y podría interpretarse como “poner los cuernos” o “ser infiel”. Hoy en día, se refiriere a una práctica sexual en la que la persona obtiene placer al observar o escuchar el relato de cómo su pareja tiene relaciones con una tercera persona. En este contexto, el cuckolding haría referencia a la práctica en la que un hombre obtiene satisfacción sexual al observar a su pareja manteniendo relaciones con otro hombre. Mientras que, si son las mujeres las que observan a su pareja, la práctica se denomina cuckqueaning. Aunque puede darse en ambos sexos, es más frecuente encontrar esta práctica en hombres que tienen relaciones con hombres.

En este tipo de prácticas hay un consentimiento mutuo previo donde las normas quedan establecidas por ambos miembros de la pareja, por lo que, son infidelidades consentidas y compartidas donde ambos disfrutan de cómo su pareja tiene sexo con otra persona, y como el otro observa y/o participa. Estas experiencias tienen un objetivo concreto, que el otro miembro de la pareja o bien esté presente en el momento en el que su pareja tiene relaciones con otra persona, o que luego la pareja cuenta con detalle cómo ha sido el encuentro sexual. Todo esto despierta la pasión posteriormente entre ambos miembros de la relación y sirve para mejorar y potenciar la vida sexual de la pareja. 

¿Cómo practicar el “cuckolding«? 5 Tips

1. La comunicación: es imprescindible que exista una comunicación sincera y consensuada para poder hablar con tu pareja sobre tus fantasías e intereses. Exprésalo con claridad y escucha la respuesta de tu pareja, así como sus preocupaciones y deseos. 
2. Establecer límites: tras el consentimiento de la práctica hay que definir los límites y normas que habrá. Por ejemplo, se puede determinar quién será la tercera persona, el lugar, las actividades sexuales que se permiten y las que no se permiten, cada cuánto va a realizarse, etc. Estas normas deben ser flexibles y dinámicas cuando se vaya a iniciar esta práctica.
3. Seleccionar a la tercera persona: esta persona adquiere el término de “bull”. Es recomendable que la pareja pueda encontrar a una persona con la que se sientan cómodos y respete las normas. Aquí, es habitual que se pacte si el bull debe ser alguien anónimo o conocido, si se puede repetir, etc.
4. Cuida tu salud sexual: establecer los métodos de protección que la pareja considere pertinentes, como realizarse pruebas de ITS, utilizar preservativos, etc. Es importante no poner por encima de tu salud el placer y la excitación.
5. Feedback: después de cada encuentro sexual, es recomendable que reservéis un tiempo para poder expresar cómo os habéis sentido cada uno. También puede servir para ajustar, modificar o eliminar normas. Esta revisión puede ser de gran ayuda para mejorar la experiencia para ambos. 

Estas normas deben ser pactadas como compromiso de la propia pareja antes de iniciar estas prácticas, más que una conducta espontánea e improvisada.

¿En qué se diferencia el “cuckolding” de otras prácticas sexuales?

• Voyerismo: aunque ambas prácticas coinciden solamente en el acto de mirar, en el voyerismo se observa a otras personas desnudas o manteniendo relaciones, sin que estas sean conscientes de ello con el fin de lograr la excitación. 
• Swinger: esta práctica no se centra en la observación, sino en el intercambio sexual de parejas. Ambos integrantes de la pareja actúan de forma activa en el encuentro sexual, pero en el cuckolding uno de los integrantes de la pareja adquiere un rol pasivo de observador. 
• Poliamor: el poliamor se basa en la capacidad de amar y mantener un vínculo afectivo con más de una persona. Pero en el cuckolding, el objetivo no es el amor, sino la práctica sexual, donde un observador obtiene placer sexual al ver a su pareja con otra persona. No hay vínculo afectivo posible, a menos que cambien las normas de la relación.
• Relaciones abiertas: en este tipo de relaciones, los miembros de la pareja tienen relaciones sexuales con otros sujetos fuera de la pareja principal, pero no involucra a un observador presente. 

Posibles causas de la aparición de excitación:

1. Romper con la norma social de la monogamia: para muchas personas el placer de esta práctica se obtendría del desafío a lo estipulado, al ver a su pareja manteniendo relaciones con otra persona.
2. Control de la situación: la persona que asume el rol de observador, puede visualizar la fantasía a la par que tiene cierto control de la situación.
3. Competición espermática: esta teoría tiene una perspectiva más biológica en la que explica que la excitación puede ser por un comportamiento observado en múltiples especies animales: cuando un macho copula con una hembra emparejada con otro macho y este último observa la interacción, procede él mismo a copular con la hembra con el fin de interferir con el semen de la anterior cópula. Es una teoría viable, pero no explica el porqué del cuckqueaning. 

Conclusiones

Para que ambos miembros de la pareja puedan disfrutar la práctica del cuckolding, ésta debe de tener un consentimiento mutuo para que pueda vivirse desde una experiencia positiva. Además, será importante que la pareja prime la confianza y el respeto, donde los dos juntos puedan disfrutar, sin exigencias ni presiones. 

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