5 mitos sobre la asexualidad: una orientación invisible

ASEXUALIDAD
Tiempo de lectura: 5 minutos

La asexualidad es una orientación sexual que aún permanece en gran medida en la sombra, frecuentemente malinterpretada e incluso invisibilizada dentro del propio colectivo LGTBIQ+. No obstante, es esencial hablar de ella si queremos construir una sociedad más diversa, comprensiva y libre de prejuicios.

En este artículo queremos ayudarte a entender qué significa realmente la asexualidad, desmentir ciertas ideas erróneas y dar visibilidad a quienes transitan esta vivencia desde el silencio, la incertidumbre o el estigma. Porque el deseo, la atracción y el amor no se manifiestan igual en todas las personas, y eso también debe ser aceptado.


¿Qué es la asexualidad?

La asexualidad es una orientación sexual que se define por la ausencia de atracción sexual hacia otras personas. Esto no implica necesariamente que quienes se identifican como asexuales no puedan establecer relaciones, sentir afecto o experimentar deseo en ciertas condiciones. Lo fundamental es comprender que la asexualidad no es una decisión ni una enfermedad, sino una forma válida de vivir (o no vivir) la atracción sexual.

Como en otras orientaciones, existe una amplia gama dentro del espectro asexual:

  • Asexual estricto: no siente atracción sexual hacia ninguna persona, en ningún momento.
  • Gris-asexual (graysexual): puede sentir atracción sexual en muy contadas ocasiones o bajo situaciones muy específicas.
  • Demisexual: solo experimenta atracción sexual si previamente ha creado un fuerte lazo emocional.


Este espectro es flexible, individual y puede evolucionar con el tiempo. Algunas personas descubren su identidad asexual en la adolescencia, otras más adelante, y muchas atraviesan etapas de duda y exploración hasta encontrar una etiqueta que refleje su experiencia.


Asexualidad vs. celibato o anafrodisia

Una de las confusiones más comunes es asociar la asexualidad con el celibato o la falta de deseo sexual por causas médicas. Pero no son lo mismo.

  • El celibato es una elección. Una persona puede sentir deseo y atracción sexual, pero decide no mantener relaciones por motivos religiosos, personales o culturales.
  • La anafrodisia o falta de deseo sexual puede estar relacionada con trastornos físicos, hormonales o emocionales, y suele vivirse como un malestar.
  • La asexualidad, en cambio, no es una enfermedad ni algo que “se tenga que curar”. Es una orientación sexual tan válida como cualquier otra.

Muchas personas asexuales tienen relaciones afectivas, se enamoran, construyen vínculos y pueden disfrutar de una vida plena sin que el sexo sea un eje central.


¿Y qué pasa con el amor?

Una persona puede ser asexual y romántica, o asexual y arromántica. Es decir, la orientación romántica también puede variar.

  • Una persona asexual y romántica (por ejemplo, heterorromántica o homorromántica) puede sentir atracción romántica y querer tener pareja.
  • Una persona arromántica no experimenta atracción romántica y no busca vínculos de pareja, aunque sí puede tener relaciones afectivas profundas como amistades o vínculos platónicos.

Este matiz es importante, porque ayuda a romper el mito de que las personas asexuales “no sienten nada” o “no quieren a nadie”.


Mitos frecuentes sobre la asexualidad

La asexualidad, por desgracia, sigue siendo una orientación rodeada de mitos. Estos son algunos de los más comunes:

  1. “Seguro que es por trauma o una experiencia negativa”: Aunque algunas personas asexuales hayan tenido vivencias difíciles, no es una condición resultado del trauma. Muchas personas asexuales han tenido infancias seguras y relaciones sanas. La asexualidad no es una defensa, sino una orientación.
  2. “Ya se te pasará”: Este mensaje deslegitima profundamente la identidad de muchas personas. La asexualidad no es una fase ni una etapa. Es una vivencia real, estable, y válida.
  3. “Entonces, ¿cómo vas a tener una pareja?”: Hay parejas asexuales, relaciones mixtas (una persona asexual y otra alosexual), vínculos afectivos sin componente sexual, acuerdos… La clave está en la comunicación y el consentimiento. No hay una sola forma de amar o estar en pareja.
  4. “Es que no has encontrado a la persona adecuada”: Este es uno de los comentarios más dañinos, porque presupone que la orientación de la otra persona es incompleta o incorrecta. La realidad es que una persona asexual no necesita ser “completada” ni “despertada”.
  5. “Eso no existe, es una moda”: Negar la existencia de la asexualidad es negar la vivencia de miles de personas que durante años han sentido que “algo no iba bien con ellas” solo por no encajar en el modelo normativo. La visibilidad es la mejor herramienta contra este tipo de invalidación.


El impacto del estigma

Muchas personas asexuales viven con una sensación de aislamiento, incomprensión o incluso culpa. El entorno puede presionar con frases como “¿aún no tienes pareja?”, “tienes que probarlo para saber”, o incluso “estás enfermo/a”.

Esto puede generar efectos psicológicos como:

  • Baja autoestima.
  • Dificultad para establecer vínculos afectivos sanos.
  • Ansiedad social o evitación.
  • Sensación de no encajar o no ser suficiente.

Por eso, es fundamental validar, nombrar y visibilizar la asexualidad, especialmente en contextos educativos, familiares y clínicos. Dar espacio a esta orientación ayuda no solo a quienes se identifican así, sino también a construir un entorno más seguro y libre para todas las personas.


Asexualidad y salud mental

Desde el ámbito de la psicología, es importante no patologizar la asexualidad, ni considerarla un síntoma de otra cosa. Las guías diagnósticas actuales (como el DSM-5) ya indican que la falta de deseo solo es un trastorno cuando genera malestar en la persona, y no cuando se vive como parte de su identidad.

Por tanto, el rol del profesional de la salud mental debe ser acompañar, no corregir. La terapia afirmativa, basada en la aceptación de la diversidad, es clave para crear un espacio seguro donde explorar emociones, relaciones y procesos personales sin imponer una “norma”.

asexualidad


¿Por qué es tan importante visibilizar la asexualidad?

Porque lo que no se nombra, no existe. Porque muchas personas crecen creyendo que hay algo mal en ellas, cuando simplemente no han oído hablar de la asexualidad. Porque el silencio no protege, sino que margina.

Hablar de asexualidad es también hablar de diversidad, libertad y respeto. Y eso nos enriquece a todos.


Si te sientes identificado/a…

Si leyendo este artículo algo ha resonado contigo, si alguna vez te has preguntado si eres asexual, o si simplemente no entiendes por qué no sientes como los demás, te dejo algunos pasos que pueden ayudarte:

  1. Infórmate. Explora recursos sobre asexualidad, escucha testimonios, investiga sobre el espectro.
  2. Habla con alguien de confianza. A veces poner en palabras lo que sentimos puede dar mucho alivio.
  3. Busca referentes y comunidad. Existen foros, asociaciones y perfiles en redes donde compartir vivencias.
  4. Date tiempo. No tienes que etiquetarte si no lo deseas. Tu identidad es válida incluso sin nombre.

Y si estás acompañando a alguien asexual en tu vida, recuerda: lo más importante es escuchar con respeto, sin juzgar, sin presionar.


Conclusión

La asexualidad no es una ausencia, ni una anomalía, ni algo que deba corregirse. Es una orientación tan válida y humana como cualquier otra. En un mundo que centra el deseo sexual como medida del amor, la intimidad o el valor personal, la existencia de personas asexuales nos recuerda que hay muchas formas legítimas de amar, de vincularse y de vivir en plenitud.

Reconocer la asexualidad implica abrir la mirada y desafiar las ideas preconcebidas que damos por sentadas. Implica aceptar que el deseo sexual no es universal, que no todas las personas lo experimentan del mismo modo, y que eso no las hace menos completas, menos válidas o capaces de conectar con los demás.

Las personas asexuales también aman, también cuidan, también sienten. A veces lo hacen desde lo romántico, otras desde la amistad profunda, otras desde el simple deseo de compartir vida. Porque el afecto no se limita al deseo, y el amor no depende del sexo.

Visibilizar la asexualidad no es solo un acto de justicia para quienes forman parte del espectro, sino también un paso hacia una sociedad más libre, más empática y rica en diversidad. Una sociedad que no imponga una única forma de ser, sino que abrace con respeto y ternura la complejidad de lo humano.

Si eres asexual, o crees que podrías estar dentro del espectro, quiero que sepas esto: no estás solo/a, no estás roto/a, no tienes que encajar en expectativas ajenas. Eres suficiente tal como eres. Tu vivencia es real, es digna y merece ser escuchada.

Y si no te identificas, pero has leído hasta aquí, te agradezco que estés abriendo espacio para comprender. Porque el cambio empieza en lo más pequeño: una conversación, una escucha atenta, una mirada sin juicio.

En definitiva, hablar de asexualidad es hablar de diversidad, de dignidad y de libertad. Y eso, al final, nos incluye a todos.

asexualidad

Costasol Sexólogos, expertos en terapia de pareja y sexología en Fuengirola,  puede ofrecerte el apoyo y la orientación necesaria para comprender la asexualidad. Su equipo de profesionales está preparado para ayudarte y trabajar contigo. No dudes en contactar con Costasol Sexólogos para comenzar tu camino hacia el bienestar.

Comparte esta entrada:
CostaSol Sexólogos Fuengirola
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.